21 de febrero de 2013

CÁNCER


 
No puedo saber el día en que llegó a mi cuerpo el cáncer, pero recuerdo perfectamente el día en que el  radiólogo me dijo que  tenía uno. Por supuesto, a nadie le hace gracia tener un inquilino de semejantes características, pero ahí estaba  y no había marcha atrás. 

 A partir de ahí tuve que ponerme en contacto con él. Necesitaba conocerlo, verle la cara, saber quien era, de dónde venía, por qué había llegado allí, por qué me había escogido,   por qué, por qué, por qué…y, por supuesto necesitaba saber cómo iba a ser nuestra relación a partir de ese momento.

Al principio opuse resistencia, una resistencia ahogada, sin levantar mucho la voz, pero firme, seca. No lo había elegido.  Consciente de mi fortaleza, mantuvimos un enfrentamiento decidida a que entrara en razón. La estrategia no dio los resultados esperados. Mi contrincante permanecía ahí, mirándome de frente, esperando mi jugada para cercar mis intenciones. No había salida. Cambié la estrategia, me derrumbé, lloré con él, le pedí que se fuera, que me dejara, que era una mujer normal, como tantas otras!…cada día me levantaba temprano, llevaba a mis niños al cole, me reía con mis amigos, me habían quitado la paga extra, hacia pasteles para las celebraciones familiares,  iba al trabajo, salía de compras…y sobre todas las cosas, ¡era madre! ¡era hija!.

No cedió a ninguna de  mis peticiones, pero no desistí, tenia que defender mi territorio. Seguí hablando con él día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto, en la ducha, en el paseo, en la playa, en la cama, en la cocina. Durante el tiempo que duró la convivencia no quise intimar mucho con él, mantuve las distancias y pienso que la dignidad fue lo que nos permitió soportarnos.

Una noche,  tras una larga conversación, me dijo que se iría. Con la seguridad que da el poder, estableció las condiciones: operación, quimio,  radio y hormonoterapia.  No me gustaron, pero acepté intuyendo que no tenía muchas más opciones de salir indemne de la batalla.

Fui pasando por el horror, marcando en mi cuerpo y en mi mente cada experiencia. Viví la recuperación consciente de cuanto pasaba y lo que estaba por llegar. La meta se dibujó cercana y a punto de cogerla con la punta de los dedos, cerré  los ojos lentamente a la vez que la sonrisa se dibujó en mi cara.

No puedo saber el día en que el cáncer se marcho, pero si todas las cosas que dejo olvidadas. Salud.

10 comentarios:

  1. Esta entrada es dura, descarnada y refleja el lado más oscuro de esta enfermedad. Y aunque no me gustan los dramas exagerados, entiendo que a veces no hay más remedio que bajar a lo más hondo para poder coger impulso de nuevo.

    Una vez más, VALIENTE por ser capaz de revivir el horror y mirarlo a la cara con franqueza. Así como eres tu, de verdad, sin dobleces. Cuando el dolor gordo e intenso se va, deja los restos del naufragio que poco a poco hay que ir limpiando. Pero no dudes que al final tu playa estará otra vez preciosa, llena de sol, de alegría, de luz y de mareas que vienen y van.

    Un besazo. Te quiero mucho.

    Isa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Isa. Ahora cuento lo que necesito contar y voy poniéndole nombre a todo lo vivido. A veces no resulta fácil, pero como dices, hay que ir limpiando la playa para tenerla a punto y disfrutarla este verano juntas, como siempre. TKM.

      Eliminar
  2. Las circunstancias son importantes , pero lo esencial está dentro de cada uno y tu eres una grande.Besotes.
    GIO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Gio. Gracias por ser una niña tan linda. Me alegro que estés. Besos y que ¡vivan los novios!

      Eliminar
  3. Es duro pero a veces es necesario transmitir todo el sufrimiento para comenzar una nueva etapa. Un beso muy fuerte. Sonia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Sonia y contenta de que estés en esta etapa también. Besos guapa.

      Eliminar
  4. Sabes!habia pasado contigo momentos importantes en mi vida , nuestras carreras, nuestras bodas , el nacimiento de nuestros hijos..... incluso hasta habia imaginado el momento de celebración de la oposición!!!!!!, pero esto Tani nunca hubiera querido compartirlo contigo. Ahora que todo ha pasado te admiro por lo grande que eres, por esa sonrisa que llevas siempre puesta, por escribir tus vivencias , por ser la más guapa de todas mis bolleritas, y por todo lo demás. TQM. Salud!!!

    ResponderEliminar
  5. Carmen, mi Carmen...cuando entramos en aquella consulta riéndonos no podíamos imaginar que saldríamos tan sobrecogidas...te empeñaste en acompañarme porque eres una protectora nata, y desde entonces, ahí has estado, cuidándome sin parar. Eres un lujo de amiga y te quiero muchísimo. Gracias por estar siempre.

    ResponderEliminar
  6. Sin palabras...un lujo de explicación del combate, en el que TÚ, pasaste por todos los "Round", izando la cabeza cada vez con más fuerza y confianza.
    Muchos apostábamos que así iba a ser, pero TÚ eras la que te subías al ring y la que luchabas con todo cuerpo y todas tus ganas...
    TÚ GANASTE POR K.O.!!!
    Bego R.P.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí Bego, somos nosotros los que nos subimos y luchamos en soledad, pero todos los que nos ayudais a subir las escaleras, los que nos quitais la bata, nos enfundais los guantes y nos poneis las protecciones en la dentadura, sois el apoyo fundamental que nos lleva a la victoria. Gracias Bego.

      Eliminar