12 de abril de 2013

PUNTO EN BOCA



Muchas mañanas, cuando vuelvo del colegio de llevar a los niños, me encuentro con una furgoneta que lleva rotulado “Punto en boca”. Se trata de una distribuidora de vinos,  pero a mí, me recuerda  a la actriz Loles León en la primera parte potable de “Aquí no hay quien viva”, cuando en las juntas vecinales, como presidenta consorte, zanjaba así las discusiones. La verdad que poner  un punto en boca alguna vez a alguien, es divertidísimo.

Una de las cosas que el cáncer me ofreció a cambio de compartir piso una temporada, fue la seguridad en mí misma. Una seguridad que empieza por la libertad y la aceptación plena. 

Los efectos devastadores de la quimioterapia  dejan paso a una imagen desoladora de tí misma. Siempre pensé que la imagen no era fundamental en mi vida y creía tenerla en un segundo plano porque  no solía ir a la peluquería, no me importaba estar a medias de depilar, no me maquillaba,  no programaba modelitos …pero cuando llegó  la perdida  de mis rizos, me dí cuenta de que era muy, pero que muy  importante.

 Aprendí a colocarme pañuelos (todo un arte) y una peluca bajo la que me sentía más segura. Llegó el día en el que el pelo salió y con él,  mi necesidad de no taparme. El primer día que salí, me puse unos pendientes pequeñitos brillantes y me fui de compras con mi amiga Ida a Oviedo. Era una prueba, la primera, pero fue  la definitiva. No sé si hubo miradas,  porque no reparé en los demás,  no sé si a alguno hubo que ponerle un punto en boca, porque no escuché, me sentí  libre, caminé segura y  a salvo.  Supe que era mucho más que una cabeza con pelo corto.  Fue un día estupendo, un día con pasaporte directo hacia la recuperación. Es curioso como el día a día, te pone  delante una por una las cosas importantes,  y una, que ya sabe que está de prestado,  se las guarda todas en el bolsillo. Salud.

3 comentarios:

  1. Qué orgullosa estoy de lo valiente que eres y has sido! Eres el mejor ejemplo de fuera y vitalidad. Te quiero tía guapa
    Alba

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  2. ¡Ay Tan! Cada día escribes mejor... Que yo descubra esta faceta tuya después de tantos años... Me encanta leerte. Espero, impaciente, la próxima. Te quiero.

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