Muchas mañanas,
cuando vuelvo del colegio de llevar a los niños, me encuentro con una furgoneta
que lleva rotulado “Punto en boca”. Se trata de una distribuidora de
vinos, pero a mí, me recuerda a la actriz Loles León en la primera parte potable
de “Aquí no hay quien viva”, cuando en las juntas vecinales, como presidenta
consorte, zanjaba así las discusiones. La verdad que poner un punto en boca alguna vez a alguien, es
divertidísimo.
Una
de las cosas que el cáncer me ofreció a cambio de compartir piso una temporada,
fue la seguridad en mí misma. Una seguridad que empieza por la libertad y la
aceptación plena.
Los
efectos devastadores de la quimioterapia
dejan paso a una imagen desoladora de tí misma. Siempre pensé que la
imagen no era fundamental en mi vida y creía tenerla en un segundo plano
porque no solía ir a la peluquería, no
me importaba estar a medias de depilar, no me maquillaba, no programaba modelitos …pero cuando
llegó la perdida de mis rizos, me dí cuenta de que era muy,
pero que muy importante.
Aprendí a colocarme pañuelos (todo un arte) y
una peluca bajo la que me sentía más segura. Llegó el día en el que el pelo
salió y con él, mi necesidad de no
taparme. El primer día que salí, me puse unos pendientes pequeñitos brillantes
y me fui de compras con mi amiga Ida a Oviedo. Era una prueba, la primera, pero
fue la definitiva. No sé si hubo
miradas, porque no reparé en los demás, no sé si a alguno hubo que ponerle un punto
en boca, porque no escuché, me sentí
libre, caminé segura y a
salvo. Supe que era mucho más que una
cabeza con pelo corto. Fue un día
estupendo, un día con pasaporte directo hacia la recuperación. Es curioso como
el día a día, te pone delante una por
una las cosas importantes, y una, que ya
sabe que está de prestado, se las guarda
todas en el bolsillo. Salud.
Qué orgullosa estoy de lo valiente que eres y has sido! Eres el mejor ejemplo de fuera y vitalidad. Te quiero tía guapa
ResponderEliminarAlba
Albita mia, siempre tan dulce. Te quiero
Eliminar¡Ay Tan! Cada día escribes mejor... Que yo descubra esta faceta tuya después de tantos años... Me encanta leerte. Espero, impaciente, la próxima. Te quiero.
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