25 de agosto de 2013

EN EL NOMBRE DE LA CRISIS


Antes era en nombre de la Santa Madre Iglesia y de la Santa Inquisición y desde hace unos años, en nombre de la Crisis. Todo parece estar justificado en su nombre , los desahucios, los recortes educativos y sanitarios, la desesperanza colectiva, los conflictos,  las mentiras y hasta el agujero de la capa de ozono.

No es cierto, hace tiempo que se encubren todo tipo de recortes y libertades y en la crisis hay quien ha encontrado la excusa perfecta para campar a sus anchas y dejar aflorar sus sentimientos y acciones más miserables pretendiento que queden impunes. Se han equivocado, al otro lado  se responde, bien porque te toque directamente o bien por solidaridad. 

En nombre de la crisis pretendieron mandarme a trabajar a los dos meses de haber acabado el tratamiento porque "las cosas están así ahora". Pues no señora, las cosas no sé como están pero si sé cómo son y si alguien se ha vuelto loco, no voy a ser yo quien alimente su locura. Afortunadamente, la inspectora médica, no se creyó Agustina de Aragón y tras sortear a la ruda administrativa, conseguí una cita con ella.  Defendió a la paciente que su médica de cabecera (esa gran mujer), había abandonado. No pude contarle cómo estaba ni cómo me sentía, mejor por escrito. Cuando terminó  me miro y dijo: " no puedo estar más de acuerdo con lo que expresas".  Fantástica su ración de cordura y respeto. Mujeres así hacen grande nuestro sistema público sanitario. Gratitud por siempre. Salud.

12 de agosto de 2013

AQUÍ Y AHORA

Sé que no soy nada original si digo que la vida es el aquí y el ahora. Ciertamente me lo creo y “mi ahora” es el momento que estoy escribiendo y el vuestro, el que estáis leyendo. No hay más. Mejor no ocuparse por el mañana, o por lo que ocurrirá dentro de un momento…pero claro, esto es complicado y necesita un entrenamiento.

Los que nos empeñamos en una cosa y no paramos hasta conseguirla, sabemos que no hay nada ni nadie que nos impida llegar a nuestro objetivo. Ciertamente es una cuestión de tiempo. Nunca he considerado la tenacidad como un valor, más bien me he tenido por cabezona, pero ante una situación como la que he pasado, le he puesto un marco de plata y la he colocado cerca de unas estampitas de María Auxiliadora.

No importan los consejos que nos den, las advertencias, los testimonios que leamos…lo que cuenta es nuestra propia experiencia y por muy empáticos que seamos,  nunca llegaremos a ponernos de una forma consciente y real en el pellejo de los demás. Es imposible.

He estado en las dos partes,  primero en la de la invulnerabilidad y después en la de la vulnerabilidad. No voy a decir por cual me decanto pero es evidente que sin equipaje,  se vive mejor. Entonces, digo yo, si la vida nos llena la mochila, ¡algo habrá que hacer con lo que llevamos dentro! ¿o no?. Pues bueno, mi respuesta es vivir. Pero no de cualquier manera. Propongo ser más intensa y fijarme más en todo.

Hace unos meses, terminé un curso de Atención Plena. Se trata de ser consciente de todo cuanto hacemos y “quitar el piloto automático”. A esto se llega a través de la meditación. El curso lo imparten Inma y Joaquín, dos guías maravillosos del mindfulness. Finalizamos el curso de 8 semanas con un día de meditación en la naturaleza y esto fue lo que escribí sobre la experiencia:

“Andar en bicicleta es una de las mayores satisfacciones que he experimentado. Tendría 7 años cuando mi hermano mayor me enseñó. Ese día me puse el traje de sentido del humor y en cada caída, la sonrisa afloraba en mi boca. Daba igual lo que me iba explicando, que si no muevas el manillar, que si mantente recta en el sillín, que si levanta el pié y da al pedal rápido...lo que cuenta es cómo te vas sincronizando y finalmente la experiencia.

Es posible que la meditación sea algo así. Puedes leer acerca de sus beneficios, te pueden explicar cómo hacerla, incluso puedes pensar que has hecho algo parecido…pero una vez más, lo que cuenta es la experiencia.

Para mí es un regalo en 5 sentidos. El olor, el gusto, el tacto, la imagen y el sonido del lugar dónde la hago… y es que la meditación va de mano de la atención plena, de tus sentidos, del estar presente.

Experiencias como la de Barayo son fundamentales para entender de qué va esto del mindfulness. El olor a mar, el sonido de la naturaleza y de su primo el tambor, el tacto suave de la arena en los pies, la vista en el horizonte y el sabor a ti mismo, son los ingredientes que hacen que la experiencia sea más que positiva.

La primera meditación en la naturaleza es diferente. Ni mas fácil ni más difícil, ni mejor ni peor, ni  más intensa ni más débil, ni más larga ni más corta...simplemente es otra cosa a experimentar. 12 personas (número singular),  cada una con su historia,  con sus vivencias, con su fortaleza, con su lucha,  con su templanza… se reúnen  y caminan llevando como aliado al silencio. Casi no nos conocemos, pero hay una unión ahogada, un respeto feroz, una distancia imaginaria que la sabiduría y el sentimiento acortan.

Muchas son las cosas que ves y que sientes ese día, el tambor que suena, salvaje y primitivo que conecta con tu profundidad deseando seguir el ritmo al más puro estilo Isadora Duncan,  los ojos que abro y la piedra en forma de corazón que aparece allí dónde poso la mirada, la dulce melodía natural, la cueva profanada por la curiosidad, la guía de tu compañera, un testimonio , la fuerza y el calor del grupo …pero de todas ellas la imagen de ti mismo, el encuentro personal, la metáfora de tu yo, planea envolviendo el día.

¡Gracias siempre y salud!"






2 de agosto de 2013

TÚ Y YO, SOMOS NOSOTROS


La vida es cíclica desde un punto de vista práctico.  Mi madre asegura , desde un aspecto más poético, que es como una bola de nieve en la que todo se repite y se agrega sabiduría. Ciertamente todo se repite y desde una mirada más terrenal, más del dia a dia, cada primavera asistimos a la operación bikini, a la vuelta de vacaciones  somos bombardeados con  diferentes fascículos y coleccionables y  a principios de año nos invitan a alistarnos al gimnasio de la esquina. Dos noticias destacan especialmente en verano y se repiten año tras año: el abandono de  mascotas y las rupturas sentimentales. La temporada estival parece ser la elegida por todos para poner el broche final a una convivencia que resulta imposible. A mí, de momento, me pasa lo contrario, cuanto más tiempo estoy con mi 1H, mejor me hace.

Desde que nació Tan Dulcemente, he pensado en hacerle una declaración de amor en toda regla y después de haber convivido sin descanso y con niños más de 10 días, ha llegado el momento. Me puse manos a la obra y me salian cosas como:

“Podría escribir los versos más tristes…. “, pero me di cuenta que esto ya lo había escrito Neruda.

Seguí intentándolo con  “Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda…” pero me sonaba a  Machado.

Probé con algo así como:

“¡Ay, qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero”…
Pero estaba segura que era de Lorca.

En un último intento puse:

“Abreme amor la puerta
de la llaga perfecta.
Abre,amor mio abre
la puerta de mi sangre”…

 Me eché para atrás, lo volví a leer y vi planear la sombra de Miguel Hernández sobre las líneas.

Entonces, decidí escribir más prosa y menos verso.

He conocido el amor. El amor verdadero. El que te hace flotar y luego te aterriza. El que te deja permanecer en la nube. Lo descubrí al lado de un hombre maravilloso, mi  1H. La vida junto a él ha sido más fácil, más tranquila, más serena, dotada de más sentido del humor, sin miedos, con paciencia, más alegre, más estable. Nos conocimos en el colegio y aunque cada uno siguió su camino, nuestras vidas confluyeron 10 años después en plena calle, cuando la sonrisa de sus ojos me atrapó. A partir de ahí no paré hasta compartir mi vida con él.

Cuando me diagnosticaron el cáncer, pensé en mis otros 2H y en mi madre, pero no en nosotros. Si tenía que marchar, sería duro pero habíamos sido tan felices juntos, habíamos tenido tanta suerte de haber creado una historia tan sólida que no nos quedaría más remedio que encajarlo desde el recuerdo de lo vivido tan plenamente.

A lo largo de estos meses, Nacho ha sido el bálsamo para mis heridas, la roca a la que agarrarme cada vez que la marea  intentaba arrastrarme. Ha encajado cada golpe con serenidad, con dolor callado, sin perder la sonrisa, con positividad, sin caer en el desánimo y rescatándome cuando yo lo hacía. No ha bajado la cabeza ante el enemigo, lo ha mirado de lado y ha tenido sus manos sujetándome la espalda para mantenerme en pie. Y todo esto sin forzar los  sentimientos, porque él es así, pura fuerza mental y física, la misma que utiliza para hacer sus 8b.

Cuando empezamos a salir le dije a mi amiga Isa que mi chico no tenía ni un solo defecto. Tengo que confesar que me ha costado encontrarlos. Pequeñas cosas que me hicieron enfadar han pasado a la categoría de lo “sin importancia” y es que esta es otra de sus máximas, más bien la de su madre, esa maravillosa mujer que repite “lo que necesiteis”, pero ella se merece otra entrada.

Mi 1H, no se deja la piel en  la preparación de una celebración, ni de una cita, ni busca el regalo más especial por toda la ciudad, ni me regala flores, ni me da una fiesta sorpresa. Se ríe cuando le recuerdo que debemos de ser la única pareja en el mundo que no tenemos canción, que no celebra los aniversarios, ni San Valentín,  ni hacemos escapadas románticas, solos, sin niños…

Una declaración de amor, es eso, la expresión de amor y en una tarde donde todo eran nubes grises le pregunté que por qué a nosotros.  Me miró y sin esfuerzo dijo: “porque podemos soportarlo”. Ya está todo dicho. Salud siempre a tu lado.